1. Capacidad antiálgica y moduladora de la inflamación: El dolor, en muchas ocasiones, no es más que la carencia o disminución del oxígeno en los tejidos, por lo que la aplicación del ozono conlleva también una notable disminución del dolor y de la inflamación en los tejidos que rodean las articulaciones; todo ello como consecuencia de la mejora del metabolismo celular y gracias al mejor aporte de oxígeno a la célula.
2: Acción bactericida, antivírica y fungicida: El ozono, debido a su gran capacidad oxidante, posee un fuerte poder bactericida, antivírico y fungicida, por lo que aplicándolo directamente en heridas y úlceras infectadas, destruye los gérmenes patógenos debido a su alta capacidad desinfectante. Cuando la acción antivírica y bactericida tiene lugar en el interior del organismo humano, el mecanismo de acción es muy diferente, ya que el ozono, en esta circunstancia, produce una oxidación de la envoltura externa de virus y bacterias a través de los peróxidos que se forman, lo que ocasiona la muerte del germen.
2. El ozono es un potente regulador del sistema inmunológico: Esto significa que cuando el sistema inmunológico es hiperactivo (como en la enfermedad autoinmune), el ozono lo calmará. Por el contrario, cuando el sistema inmunológico está Inactivo como en el caso del cáncer, SIDA e infecciones crónicas, el ozono lo estimulará. Esta capacidad única de ozono proviene de su acción sobre las membranas de los glóbulos blancos que les obliga a producir moléculas lo que aumenta las defensas del organismo ante agresiones externas como las infecciones, y la detección de células mutágenas que pueden producir cáncer o enfermedades autoinmunes
2. El ozono estimula una mayor absorción de oxígeno: mediante la estimulación de la enzima difosfoglicerato (DPG). DPG permite la liberación de oxígeno de las moléculas de la hemoglobina para que pueda ser transportado a la célula. En ausencia de una cantidad adecuada de DPG, nuestras células padecen de oxígeno. Este es un problema común en los diabéticos.
3. El ozono mejora la circulación: Esto lo hace mejorando las características de flujo de la sangre como un líquido. Este efecto permite que más de la hemoglobina que transporta oxígeno alcance los capilares, donde en última instancia las células recibirán más del oxígeno que requieren. Muchos pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas tienen alteraciones de la circulación.
4. Aumenta la protección antioxidante: El ozono más que cualquier otra terapia, incluida la vitamina C. La mayoría de las personas con enfermedades crónicas tienen deficientes defensas antioxidantes.
5. El ozono es un poderoso estimulante mitocondrial: La causa subyacente fundamental detrás de todas las enfermedades degenerativas desde la diabetes hasta enfermedades cardíacas al cáncer es en la disminución de la producción de energía mitocondrial, lo que lleva a una disminución de las funciones vitales y al envejecimiento. A menudo, el ozono puede corregir este problema.
6. Antitumoral: Se ha podido comprobar que en presencia de ozono, la capacidad de la sangre para transferir oxígeno es reversible, ya que éste activa la respiración celular, por lo que podemos decir que los tratamientos con ozono posee un efecto inhibidor metabólico sobre el crecimiento de los tumores. Asimismo, las terapias con ozono incrementan la producción de interferón y el factor de necrosis tumoral que el cuerpo utiliza para luchar contra las infecciones y el cáncer. Sin olvidar, además, que la ozonoterapia actúa como modulador del sistema inmunológico.